jueves, 30 de octubre de 2014

Attila Marcel - Viernes 31/10

El próximo viernes 31/10, a las 21:30 en Biblioteca Urquiza, estaremos proyectando el último film del director Sylvain Chomet (Las Trillizas de Belleville, El Ilusionista). El cual es su primero de acción real (no animado). Como siempre entrada libre. Los esperamos! Título original: Attila Marcel Año: 2013 Duración: 106 min. País: Francia Director: Sylvain Chomet Guión: Sylvain Chomet Música: Sylvain Chomet, Franck Monbaylet Fotografía: Antoine Roch Reparto: Guillaume Gouix, Anne Le Ny, Bernadette Lafont, Hélène Vincent Productora: Eurowide Film Production Género: Comedia Attila Marcel constituye la primera película de acción real de Sylvain Chomet, tras sus dos alabados y premiados largometrajes de animación titulados Bienvenidos a Belleville y El ilusionista. En esta ocasión, el imaginativo cineasta galo recurre a la comedia musical de ficción y nos enamora a través de una absoluta perfección estética, haciendo uso de ilimitados recursos visuales y un abanico de espectacularidad cromática para contarnos una historia sobre la memoria, la palabra y la identidad. El protagonista de este onírico cuento cinematográfico se llama Paul (Guillaume Gouix), testigo a la tierna edad de dos años del traumático acontecimiento de la muerte de sus padres, suceso que lo privó para siempre de las facultades de hablar y recordar con precisión. Su vida rutinaria de hombre de 33 años se focaliza en tocar el piano de su salón para clases de vals y convivir con sus tías, dos ancianas pretenciosas y aristócratas cuya mayor ilusión es ver como se convierte en un laureado y virtuoso pianista. Attila Marcel no es una película con un enorme guión, no cuenta una historia especialmente potente, ni es la comedia más graciosa del año, ni su banda sonora me ha enamorado a diferencia de otras películas de tipología musical. Sin embargo, tiene encanto, es divertida y genuina, provoca curiosidad y sobre todo, merece que nos rindamos a los pies de su estética colorida, virtuosa y evocadora. Da ganas de sentarnos en el florido y maravilloso jardín de Madame Proust a sorber las cualidades mágicas de sus pócimas de té hechizante, contagiarnos de la capacidad de la música para hacernos volar, zambullirnos en el laberinto de nuestra memoria, profundo como los ojos de Guillaume Gouix, y desenterrar los tesoros empolvados de tiempo y olvido de nuestra infancia y alrededores. Chomet ha conseguido hacernos sonreír con este suave y sinestésico conglomerado de recuerdos. (Extracto parcial) Andrea Núñez-Torrón Stock - Redacción Santiago de Compostela (EXTRAIDO DE EL ANTEPENULTIMO MOHICANO)

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